


En el Darién la Comarca Emberá-Wounaan es hogar de grupos indígenas y bosques ancestrales.
La Comarca Emberá–Wounaan, fue creada mediante la promulgación de la ley N°22 del 8 de noviembre del año 1983, como un ente político administrativo segregado de la Provincia del Darién. Con una superficie de 438,350 hectáreas (27% del Darién panameño), este territorio es habitado por 9,397 personas de las etnias Emberá y Wounaan, distribuidas en 40 comunidades.
La comarca se administra a través de una estructura de gobierno tradicional, netamente democrático, dirigido por un Cacique General, electo por el Congreso General, en el que el pleno de la población adulta tiene voz y voto.
Cuenta con una carta orgánica, una especie de ley marco que regula la vida en las comunidades, y en cuya reglamentación se establecen lineamientos para el manejo de los recursos naturales, y un régimen de asignación de usos al territorio, basado en seis categorías de usos del suelo, una de ellas la de tierras de aprovechamiento forestal.*
Los Wounaan habitan las áreas del Darién, diseminados en las orillas de los ríos Chucunaque, Tuira, Balsas, Chico, Jaqué, Sambú y Río Bagre. Los Emberás habitan en las orillas del Río Chagres, Mocambo Abajo, San Antonio, Gamboa y Emberá Gatún.
Los Emberá y Wounaan comparten un territorio, un gobierno local, vestuarios, hábitos y costumbres son similares, pero se diferencian en el idioma que es totalmente distinto. Los Emberás hablan el Emberá y los Wounaan el Nómara.
Se destacan por sus manifestaciones artesanales de gran atractivo: las elaboradas y finas cestas, los tallados de madera de alta calidad y los bastones de mando, madera confeccionada de acuerdo a la jerarquía del cargo ocupado en el Congreso General Emberá-Wounaan.
La cestería la elaboran con las fibras de la palma chunga (Astrocarium standleyanum), un producto forestal no maderable parte de la cultura laboral de las mujeres artesanas. Las mujeres cosechan y procesan las fibras de la chunga y tejen con ellas coloridas canastas con un tejido tan fino que éstas pueden contener agua. Las canastas son de variados diseños, tamaños y tipos. Además de canastas las mujeres elaboran máscaras representando a los muchos animales que habitan en el Darién.
El poderoso entorno ecológico que rodea los asentamientos indígenas inspira a los talladores que a diario representan escenas extraídas de la flora y la fauna. La tagua (Phytelephas seemannii) es una de las especies de mayor aprecio por los maestros artesanos del Darién, quienes tallan figuras de águila, tortuga, hormiga y delfín, entre otros.
Su colorido y llamativo vestuario consta de faldas amplias de textiles impresos y el torso desnudo en las mujeres, y en los hombres taparrabos para ocultar sus genitales. Acostumbran a pintarse su cuerpo y cara con colores de «jagua» lo cual dura alrededor de 8 días. La jagua además de decorar sus cuerpos tiene un fuerte efecto repelente haciendo más cómodo el convivir con la rica biodiversidad del Darién.
Sus ocupaciones principales son la pesca y la extracción de madera. También siembran plátano y el guineo, el cual es fundamental en su dieta y también importante en sus actividades comerciales.
La red de ríos que caracteriza su territorio también es fundamental para su transporte, movilizándose en piraguas por los ríos para comercializar sus productos e interactuar con sus vecinos.
El programa forestal de WWF con los Emberá-Wounaan ha fortalecido las capacidades para el manejo forestal comunitario y las habilidades para manejar empresas forestales comunitarias, fortaleciendo y profundizando su relación con su patrimonio de bosques ancestrales.